Tu mente tiene múltiples capacidades para pensar, desear y dirigir tu vida hacia cualquier meta.
Tienes el privilegio de controlarla por completo. Así que aprovecha esa oportunidad, o haces uso de tus riquezas mentales o las pierdes.
Una vez definido hacia dónde quieres ir repite una y otra vez en primera persona y en presente, «Lo consigo» o «Consigo hacer xyz».
Hasta aquí me sigues, ¿verdad? Pero ahora viene lo interesante.
¡No te quedes quieto!
Es fácil: o escalas al éxito o desciendes al fracaso. La elección sólo es tuya.
Planea de qué manera llegarás a la meta. Hazlo paso a paso y verás que a medida que avances te será más fácil, porque habrá más gente dispuesta a ayudarte. Y empezarás a ver cómo de la nada salen más oportunidades.
Repito: ¡No te quedes quieto! ¡Ponte en acción!
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